Una mañana nublada como cualquier otra, ya eran las 7a.m. y todo el mundo se encontraba trabajando, al caminar por las calles de aquella ciudad ya estaban establecidos lo puestos que mas tarde comenzarían a ofrecer un sin número de productos.
Podemos observar personas acomodando sus objetos de la forma mas atrayente para el ojo de los compradores, comenzaban a limpiar todo, no paso ni 30 minutos y ya estaba lleno de gente queriendo consumir, la mayoría empleados, tratando de conseguir lo mejor para quedar bien con sus patrones… tratando de mantener sus trabajos con su esfuerzo…
Entre estas calles adoquinadas, en medio de la gran ciudad de Beijing, podemos apreciar algo inusual… de los más de mil puestos que constituían el mercado, sólo uno estaba siempre vacío, lo extraño es que nadie recordaba desde cuando estaba ahí, cuando llegó… quién era?... nadie sabía nada del dueño de ese puesto, de hecho a los niños les prohibían que se acercaran ahí… según decían se trataba de un lunático exotérico, pero si uno es objetivo y lo viera detenidamente, era una persona común y corriente.
Lo único rato era su especial rutina, todos los días a las 7:33a.m. preparaba su puesto en la misma esquina, mientras que los otros comerciantes se paliaban un puesto, nadie se metía con él, era el más viejo de todos, no conversaba con nadie y no tenía necesidad de hacerlo. Instalaba todos sus objetos a la venta, pero al terminar el día todos seguían ahí, hay veces que las personas se acercaban a comprarle algo, ya que les parecían bonitos los objetos raros que tenía colgando en uno de sus estantes, pero él siempre se negaba, pasaron años y él siempre decir: “Esto no te pertenece, su dueño vendrá pronto”… a lo que los clientes les parecía raro y no volvían más.
Pasó el tiempo y el puesto seguía intacto, hasta que ocurrió lo que nunca nadie de imaginaba. Vendió algo.
Era un 20 de Abril, estaba lloviendo y el mercado estaba lleno como siempre, a nadie le importaba mojarse, solo hacían las compras mas rápido, era la única diferencia; en eso van caminado una familia con una actitud extraña, como su estuvieran escapando de algo, miraban hacia todos lados como si los estuviesen constantemente vigilando, hicieron sus compras de víveres ágilmente, en eso cuando pasaron al lado del puesto del viejo, éste pronuncio unas palabras: “Acérquense a ver…”, los dueños de los puestos aledaños, quedaron petrificados, al anciano estaba promocionando sus productos, algo nunca antes visto, por lo menos en el tiempo que llevaban ahí. Llegaron a creer que estaba con problemas económicos, pero inmediatamente se dieron cuentas que era algo más que eso… no lo vendió, se encargo de regalarlo
Los posibles clientes, estaban confundidos, por qué tendrían que llevarse algo de ese puesto, todos los objetos parecían adornos; en estos momentos estaban pasando por una crisis que nadie se imaginaba, de hecho cualquier comerciante los habría dejado pasar sólo al ver como estaban vestidos; el caballero lucía un chal todo roído y sucio que iba arrastrando por todo el mercado, sus pantalones no se quedaban atrás, unos blue jeans de los años 2000, todos pasados de moda, se notaban que los había conseguido en alguna barata por ahí, los zapatos lucían un desgaste importante, gritaban ser cambiados inmediatamente. Su mujer no se quedaba atrás, estaba lloviendo, y lucía una falda larga tipo onda disco y un sweater donde las polillas habían hecho de las suyas… De los tres, el único que estaba acorde al período que estaban viviendo, era el niño que la mujer llevaba en brazos.
El viejo les insistió tanto que no pudieron rehusarse a por lo menos ver lo que les estaba ofreciendo, sabían muy bien que no podían adquirir algo, pero la apariencia del viejo les hizo acercarse.
Las gustaron varias cosas, pero extrañamente el viejo se seguía rehusando a que se lo lleven, hasta el momento se había paralizado el comercio a la periferia de este local, todos querían ver que estaba pasando… no podían creer que el anciano halla llamado a alguien para que compre, al ver que todo seguí igual (se negaba a que se llevaran algo), poco a poco la gente daba media vuelta, pero en eso dice: “Que le parece esto”, ofreciéndoles un alijo cerrado, tenía unas hermosas incrustaciones en oro grabado; al escuchar eso, todo el mundo regreso a sus puestos, cada vez se acumulaban más personas, de hecho tuvo que llegar la fuerza pública al lugar.
La familia estaba extrañada con todas las personas que lo rodeaban, de hecho se comenzaron aponer nerviosos al ver que las autoridades se acercaban, pero estaban perdido, no tenían don de correr, por donde veían había gente observando lo que pasaba.
Ellos no podían llevarse lo que el anciano les estaba ofreciendo, con duras penas pudieron adquirir unos cuantos víveres para el viaje que les esperaba. Pero el longevo insistía tanto que no sabían que hacer; la mujer se empezó a desesperar, con miedo que perdieran sus “pasajes”, trató de apurarlos, en eso el viejo les hace una oferta, les propones intercambiar su artículo por el chal que cargaba el caballero; todo el mundo a su alrededor les pareció extremadamente extraño, el viejo esta decidido a que se llevaran los alijos. Nos les quedó más que aceptar, estaban contra el tiempo, y notaban que era la única forma para que el abuelo quedara tranquilo.
Hicieron el intercambio y salieron de ahí, las personas alrededor estaban tan asombrados por lo que habían observado que no atinaron a hacer nada mas que abrirse y dar espacio para que pasaran, nadie los siguió, ni ellos miraron para atrás, solo salieron raudamente de ahí.
Los espectadores poco a poco regresaron a sus actividades, las fuerzas policiales no tuvieron necesidad de llegar a la violencia, civilizadamente, lograron poner orden…
Interrogaron a varios testigos, incluyendo al anciano, tomaron nota, y se fueron.
Después de estos nunca más se le vio vender algo, o regalarlo… sólo otro hecho especial por ahí.
De aquella familia, los testigos, no los volvieron a ver, pero estaban seguros que no sería por mucho, lo único que les intrigaba era que contenía aquel alijo que se les fue otorgado. Varios curiosos no hallaron nada mejor que preguntarle al único testigo de éste, el viejo, pero éste lo único que contestaba era: “Algo que les pertenecía…”
To be Continued
PD: recuerden pasar a llenar el libro de visitas de cada capítulo, comenten!!!... de esa manera me encargaré de mantener el ritmo de las publicaciones.
3 comentarios:
Me gustó este capítulo. Por momentos estaba tan bien descrito que me fue fácil situarme en el contexto de un mercado bajo la lluvia de Beijing. La idea me parece interesante (y deja bastante intrigado) así que estás presionado a actualizar más a menudo :P
Aparte que me quedo con la duda de la relación de este capítulo con el "libro" que tienes pensado. Es una historia paralela o interactúa de alguna forma con la historia central?
Ojalá la constancia te dure y de II pasen a ser muchísimos capítulos más ^^
Verdad es que a simple vista no tiene gran relación con el primero, pero en la continuación se notará facilmente... trato de no incluir años, lo que hace un poco mas interesante analiza si estamos hablando del hoy, del ayer o de su propia imaginación... asi que tendrán que analizar un poco el contexto... xD...
Espero que mantenga este training y no halla semana en la cual no pueda publicar algo... vamos que se puede!!!:.. de hecho tengo un poco abandonado el otro, pero trato de tb mantenerlo actualizado, semana a semana...
holaa primera vez q scribo un comentario n un blog xD
ta buena la historiia, qede intrigada! por q habra exo eso el viejito?? i q paso con los personajes del cap 1?
aaah scribe la continuacion luego! para saber q relacion hai entre esos dos capitulos
aioo q tes beem
nos vmos n clases
Publicar un comentario