Se deja caer pesadamente sobre la almohada, no soporta ya el sonido, sabe que debe comenzar su día, pero que no haría por que dejar de sonar!!!... pasaron unos segundos y ya no logra escuchar nada, que será?... alguien lo habrá apagado?... es lo único que le pasa por la mente en esos momentos… así que vuelve a alzar la cabeza, frente al él se encuentra su hermana parada al lado de la cama. Todo se resuelve para él.
Lentamente se sienta en el borde y estirándose un poco pronuncia:
- Gracias por apagar el despertador, me estaba enloqueciendo. – pero nota que éste ya no se encuentra sobre el escritorio como lo había visto recientemente.
- ¿Qué despertador?, nosotros nunca hemos tenido un despertador!!..
Las palabras de su hermana le comenzaron a dar vueltas en la cabeza, es cierto, ellos nunca han tenido necesidad de comprar uno, bastaba con el abrumado ruido del tren de las 7:30 que pasaba todos los días.
Entonces que era eso que había visto y escuchado, acaso estaba soñando, o el cansancio del día anterior le había jugado una mala pasada.
De hecho ahora que lo piensa, no recuerda como había llegado a su cama, a esa cama!!... todo era diferente…
Enloquecidamente comienza a recorrer su casa, tenía todo la apariencia de haber sido remodelada, claramente no mucho, sino que había algunas cosas nuevas. Aquel reloj roñoso de la pared de la sala ya no estaba, en su lugar uno que realmente daba la hora exacta, se movía con precisión. Sobre la mesa del comedor lucían unas lindas rozas azules.
Realmente estaba confundido
Su hermana lo venía siguiendo durante todo su paseo por la sala.
- Que te pasa?, te levantaste como desorientado
Da media vuelta y la ve, no era la misma chica, bueno, si lo era, pero no podía ser, ella se veía más grande, como si hubiese pasado un año o más.
Qué estaba pasando… salió corriendo de su casa… todo a su alrededor seguía igual como lo conocía… nada había cambiado, esto le brindó un poco más de serenidad.
Trató de tranquilizarse, caminó unas cuantas cuadras, llega a la plaza que se encontraba cercana, esta no estaba tan cuidada, solo habían unos cuantos cuadritos de pasto, dos árboles en las esquinas, unos juego todos oxidados, donde los niños jugaban y éstos rechinaban estruendosamente y a un lado un terreno baldío donde se juntaban un grupo de jóvenes a chutear el balón o tirar unas cestas, él se junto con estas personas, recuerda que ellos fueron los causantes de la quema del negocio del pobre tío Pedro, un señor totalmente esforzado, pero éstos malandros por andar jugando con petardos en año nuevo, uno de estos cae a su local y comienza la catástrofe… todo se perdió, de hecho tuvo que comenzar de nuevo, pero no ha podido recuperar la totalidad de su local, como lo tenía antes.
Decidió seguir de lago, continuar su camino para no toparse con esta gente.
- Kei, vienes a jugar!!! – uno del grupo grito al verlo cruzar la calle.
- Qué está pasando?, por qué osan en llamarme, yo nunca les he dirigido la palabra y menos aún dicho mi nombre - pensaba mientras veía que uno del grupo se acercaba ágilmente hacia él
- Vamos Kei, todavía no empezamos, te estábamos esperando.
Pone su mano en hombro y lo comienza a encaminar hacia la cancha.
Kei estaba anonadado, no sabia que hacer, darle un puñetazo y salir corriendo, o seguirles el juego, estaba totalmente desorientado.
Movía la cabeza de un lado hacia el otro, trataba de de zafarse de que lo llevaran, pero el tipo era muy insistente.
En eso ve a lo lejos que un hombre se les acerca, era don Pedro, pero algo no andaba bien, este venía caminando tranquilamente, en eso se saludo con unos de los integrantes del grupo…
- Yapo’ y vamos a comenzar o no? – Dice el dueño del local
- Al tiro, pero ni crea que esta vez lo dejaremos ganar
El caballero, lucía vestimenta deportiva, como preparado para una ardua actividad física, algo no les cuadraba en esta cuadro a Kei…
A su al rededor estaba ocurriendo algo muy extraño.
- Vamos Kei, comencemos – le dijo el Sr. Pedro
Le lanza la pelota y le cae en toda la cara, lo tira quedando inconciente en el suelo, cuando despierta estaba rodeado de todo el grupo, ya su madre y su hermana había llegado al lugar.
Su madre!!!... estaba a su lado cuidando de él…
No lo podía creer, lucía una apariencia realmente alucinante, pareciera que estuviera trabajando en una gran firma, pero lo que más le asombraba era el hecho que estaba a su lado cuidando de él.
La última vez que la vio (supuestamente ayer), estaba postrada a la cama, el doctor no le había dado más de tres meses de vida y sin posibilidades que se levantara, pero mírenla, estaba delante de él arrodillada cuidándolo. Era un hecho realmente increíble.
No aguantó las ganas y se levanto rápidamente y la abrazó… lágrimas corrieron por sus mejillas hasta llegar al suelo, era algo como un sueño hecho realidad.
Pasaron mucho tiempo en esa posición, todos los que lo rodeaban estaban enrarecidos por la forma en que se estaba comportando Kei en ese día.
Luego de varios minutos, él la queda mirando y ella lo ayuda a levantarse.
Se despiden del resto.
Alejándose de la multitud, Kei iba abrazando fuertemente a su madre y a su hermana, no quería que este sueño terminase.
A sólo una cuadra de su casa (ya se puede divisar en el fondo), su madre recuerda que no ha comprado el pan.
- Por favor Kei, anda donde don Pedro y tráeme unos 6 panes.
El no quería alejarse de su madre, pero la dulzora de sus ojos no le permitió negarse.
Se regresó, caminó unos cuantos paso, cuando en eso escucha al tren de las 4 p.m. acercarse raudamente, estremeciendo todo lo que tiene a su alrededor.
Voltea a ver, venía balanceando se de un lado a otro, le pareció extraño, en eso nota que ésta se descarrila. Fuera de las vías va despedazando cada casa que se le cruza por el camino, en eso nota que su madre van entrando a su casa y el tren a unos pocos metros de ésta.
- Madre!!!... cuidado!!!... Sal de ahí
Ella, voltea logrando ver a su hijo corriendo desesperadamente hacia ella, no sabía lo que le quería comunicar, pero la expresión de sus ojos la hizo preocuparse, en eso nota que el tren se acerca.
El aparato no logró detenerse, despedazando toda su casa.
- Mama!!!... Hermana!!!!... nooooooooooooooooooo!!!
Se abalanza desesperadamente hacia delante cayendo precipitadamente al suelo.
Se encontraba en medio de su cuarto, con la mano estirada como sosteniendo algo.
Excitado por lo que acababa de vivir, trata de sobreponerse, se levanta y nota que de su mano cuelga el objeto que había encontrado.
To be continued